Ciclo formativo: Gestión Administrativa.
Fechas de la movilidad: 7/04/2018 al 22/06/2018.
Lugar: Oxford (Reino Unido).
VET-COMP , prácticas en la empresa OXFAM G.B. (400 horas) tienda de London Rd (Oxford OX4). Perfil profesional: Assistant Shop Manager.
Hola, mi nombre es Marta Vizcaíno, he estudiado el Ciclo de Gestión Administrativa y os voy a contar cómo fue mi experiencia Erasmus+ de 11 semanas en Oxford, Reino Unido.
Todo empezó cuando nos hablaron del proyecto Erasmus+ para ciclos de grado medio. Hasta ahora sólo había becas para grado superior y nuestros profesores responsables del proyecto, (Jesús y Elisa) nos dijeron que habían conseguido becas para que 6 personas pudieran hacer el módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) en el extranjero. ¡No nos lo creíamos!, y empezamos a ilusionarnos con unas prácticas fuera de España, y por supuesto, fuera de los nuestros durante todo el tiempo que estuviésemos allí. Desde entonces, fuimos diciendo entre los compañeros de clase quién podría aguantar todo ese tiempo y quién no (sin volverse claro jajaja). Para conseguir que nos dieran la beca, tuvimos que rellenar un cuestionario con los países a los que queríamos ir, hacer una entrevista en el idioma del país elegido y una entrevista personal, en la cual tuve la mejor puntuación de todos los que nos presentamos. No solo bastaba con esas dos cosas, sino que también se tuvo en cuenta el expediente del año anterior, del cual mi nota también era la más alta.
Conseguida la beca y con toda la ilusión que le pusimos cada uno para dar este paso para nuestro futuro, ¡por fin, llegaba el día de irnos! Hasta ese momento, pensábamos que nunca iba a llegar, o que quedaba mucho para ese día y estábamos todos relajados. El último día en España llegaron los agobios, la sobra de kilos en la maleta y las duras despedidas de nuestras familias, que para mí fue lo más duro de todo, separarme de ellos.
El día 7 de Abril, fue el día de comienzo de nuestra aventura en Oxford, la cual ha sido una de las mejores que podré tener en toda mi vida. Cuando llegamos allí fue un poco duro, porque te vas de aquí pensando “bueno,… con lo que sé del idioma me podré defender”, pero no, cuando llegas allí todo el mundo te habla rápido y apenas entiendes el acento que ellos tienen y mucho menos ¡lo que te están diciendo! Pero no hay por qué preocuparse, solo hicieron falta un par de días para que el oído fuera acostumbrándose a la nueva forma de escuchar inglés.
Cuando llegamos, el profesor encargado de acompañarnos, Jesús, nos estuvo explicando todo lo fundamental para desenvolvernos: los autobuses que teníamos que coger, dónde estaban nuestras casas y dónde estaban nuestros centros de trabajo. Durante el primer mes estuvimos compaginando las prácticas en las empresas (que eran el objetivo del proyecto) con las clases en una academia denominada “Oxford School of English”. Fue una buena idea que nos ayudó a mejorar nuestro nivel de inglés sobre todo a la hora de entenderlo y hablarlo con la gente de allí.
En el mes que estuvimos en la academia, conocimos a mucha gente de todas las nacionalidades, Colombia, Brasil, Italia, Tailandia, Japón, Malasia, Alemania, Francia, Arabia, y muchos más que seguro que me dejaré. Todos ellos hicieron que no quisiéramos que se acabara el tiempo de estar allí (que al final se nos hizo tan corto) y que ese tiempo fuera tan bueno para nosotras.
En cuanto a las prácticas, estuve en una ONG, Oxfam GB, y exactamente en la tienda de London Rd. Allí también conocí a mucha gente de todo el mundo, y me enseñaron mucho, pues hice de todo y al final no solo era una voluntaria más, sino que contaban conmigo para realizar cualquier tarea, incluso a la hora de acoger a nuevos voluntarios, yo era las que les mostraba cómo se trabajaba en la tienda y les enseñaba a estar en la caja, recibir las donaciones, etiquetar todo lo que se podía vender, saber qué podíamos vender y qué no, y por qué, incluso me dejaron encargarme del escaparate y elegir qué productos eran mejor para la exposición y cuáles no.
La mejor sorpresa que recibí desde que llegué allí fue cuando mi familia vino unos días a visitarme, se me hicieron tan cortos que no quería que se tuvieran que volver a España, les enseñé un poquito la ciudad y vimos lo más importante que tiene para visitar, también los llevé a Londres, porque ir a Oxford y no visitar Londres ¡es pecado! Jajajaja.
En cuanto al alojamiento, compartí habitación en una familia. La primera semana nos alojamos en casa de un matrimonio que tenía una niña, y estuvimos muy bien allí (sin contar la limpieza, que allí parece no importar en ningún lugar), pero nos cambiamos porque esta casa estaba más alejada de todo a otra que estaba en una mejor zona y más cerca de los centros de trabajo. Cuando nos cambiamos todo parecía haber mejorado, la casa estaba muy limpia, el matrimonio era muy agradable, pero en cuanto a la comida hubo un momento que yo deje de cenar (parecía que nos dejaban las sobras de ellos y siempre nos hacían lo mismo, cuando ellos cada noche cenaban una cosa diferente) Al final tienes que volver a buscarte la vida, y eso también te hace crecer en todos los sentidos.
El resto de mi estancia allí fue lo mejor que me ha pasado, una experiencia que nunca pensé que fuera a ser así, toda la gente allí te ayuda, está pendiente de tí y para lo que necesites puedes contar con ellos. Oxford es una ciudad de estudiantes y por supuesto tiene muchas cosas que visitar y para viajar, todo está más o menos cerca.
Para terminar solo puedo decir que ésta experiencia es de las mejores que se puede tener en la vida, conoces gente nueva, de todos los países (con los cuales yo sigo teniendo relación con la gran mayoría de ellos), conoces otro país, otra cultura, otro estilo de vida, en general exprimes durante un periodo de tu vida cada uno de los días hasta que el último mes estás deseando que no pase, porque ves que te tienes que volver y no quieres, y ese tiempo alejado de todos los que tienes cerca, te hace darte cuenta quién está a tu lado de verdad y quién no, y te hace muy fuerte, lo aseguro.
Experiencia Erasmus+ Marta