Descubrir cómo otros profesores desarrollan nuestro mismo trabajo, explorar cómo serían nuestros alumnos en otro país, indagar el funcionamiento de un instituto extranjero. ¿Serán los contenidos parecidos a los nuestros?, ¿los impartirán de manera similar a nosotros?. En definitiva, observar el trabajo de compañeros en una lengua distinta y en un sistema educativo diferente, con el beneplácito de las personas observadas.
En Nantes, durante la semana del 17 al 21 de mayo, he tenido la suerte de volver a ser Erasmus+. En la facultad lo fui como estudiante, primero con materias teóricas y, más tarde, para realizar prácticas en empresa. Ahora tocaba vivirlo como Jobshadowing.
Programa semanal de actividades realizadas en el Lycée Notre Dame
A pesar de la pandemia y de su brevedad, la experiencia no ha sido menos gratificante que las anteriores. Ni el toque de queda a las 19h, ni los comercios no esenciales cerrados, ni los restaurantes en “take away”, han impedido que la vivencia que supone un “Erasmus+” haya arrojado un balance positivo.
Con más de 300.000 habitantes, Nantes está situada en el departamento del Loire Atlántico, históricamente ha sido parte de Bretaña. Se encuentra rodeada por tres ríos, entre los que cabe destacar el rio Loira.
Su cercanía al mar impide que sus inviernos sean gélidos, aunque llueve a menudo. El desplazamiento urbano resulta sencillo gracias a autobuses, tranvías, además de un concurrido carril bici.
Durante esta semana, he asistido y participado en clases de la familias profesionales de Administración y de Comercio en el Lycée Professionnel de Notre Dame de Rezé. Además, he visitado empresas donde nuestros alumnos realizan sus FCT como Erasmus+.
Actualmente el ciclo equivalente a nuestro Grado Medio de Gestión Administrativa es su homónimo “Bac-Pro” (Baccalauréat Professionnel), que desarrolla en tres cursos. Los mismos alumnos acuden al centro en horario de mañana y tarde. Al finalizar el último año, deben examinarse del BAC, prueba específica similar a nuestra EVAU, con pruebas escritas y orales.
Cada alumno dispone, en alquiler, de una Tablet que utiliza en clase. Todos tienen la posibilidad de proyectar en el aula y de conectarse con aquellos alumnos que deben seguir las clases a distancia a causa del COVID. En cambio, tienen acceso restringido a ciertas conexiones. Al cabo de tres años, tienen la posibilidad de adquirir dicha Tablet a bajo precio, incluso de forma gratuita.
Los profesores suelen proyectar documentos de apoyo sobre la pizarra blanca. De esta forma pueden escribir a rotulador entorno al documento proyectado, así como resolver ejercicios en huecos ubicados para dicha finalidad.
Llama la atención la forma de comunicación entre alumnos y profesores. Los primeros siempre se dirigen a los segundos por su apellido, precedido de “Madame o Monsieur”. Incluso, en algunas clases, se ponen de pie al inicio de esta y no se sientan hasta que la profesora o el profesor se lo indican.
En general, los alumnos que desean intervenir en clase levantan la mano, y hablan cuando el profesor les da la palabra. También destacar que los alumnos respetan a rajatabla la prohibición de utilizar el móvil en clase, sin ni siquiera mirar la hora.
Como similitudes con nuestro alumnado, destacar que, algunos pueden ser tan despistados como los nuestros, debiendo el profesor repetir lo mismo en numerosas ocasiones. También encontramos el típico grupo que charlatanes y de desmotivados.
Es relevante la importancia que se otorga al hecho de saber interpretar un texto, redactar un documento y realizar una exposición. Esto forma parte de su examen de BAC y es objeto de ensayo previo, ambos de forma individual.
Durante esta estancia he tenido la oportunidad, no solo de asistir a las clases, sino también de intervenir. Como ejemplos, comparar la diferencia entre un recibo de salarios francés y español, con sus respectivas normativas, diferenciar la metodología utilizada en clase de matemáticas financieras o contabilidad, participar en el ensayo de los exámenes orales, así como, presentar nuestro país, ciudad y el IES Federico García Lorca, entre otras.
Otro punto que ha llamado mi atención está relacionado con el acceso a la profesión docente. Por una parte, tanto los profesores de centros públicos, como de centros privados o concertados, están obligados a aprobar una oposición (CAPES). Aunque, para unos y otros sea un examen diferente, la normativa francesa garantiza el nivel del profesorado, sea cual sea la tipología de su centro de desempeño. Por otra parte, destacar que los profesores interinos reciben la mitad de salario que sus colegas funcionarios de carrera.
Para finalizar, debo agradecer esta oportunidad brindada por el IES Federico García Lorca y el apoyo recibido de los profesores encargados del proyecto, Jesús Ruiz y Elisa Castillo. De la misma forma, no olvido la atención de nuestros colegas franceses, tanto los que me han acogido en sus clases, como los que me han acompañado en mis visitas, en especial Mme. Richard y Mme. Hamard.