Hola a todos y a todas, soy María Vera Gómez, estudiante del Grado Medio de Actividades Comerciales en el Instituto Federico García Lorca.
He realizado mis prácticas del ciclo en un pueblo de Italia, situado al sur llamado Conversano, en la provincia de Bari.
Al principio de empezar toda esta aventura tenía un poco de miedo, ya que me iba a un lugar nuevo, con personas nuevas y que básicamente mi rutina de todos los días iba a cambiar por completo. Pese a este miedo, tenía muchísimas ganas de vivir esta experiencia y sin duda ha sido la experiencia de mi vida, no me arrepiento de haber solicitado la beca Erasmus+ y la volvería a solicitar una y otra vez.
Yo, he realizado las prácticas en la empresa Max-1980 junto con dos compañeras más, Carmen y María. Desde el primer día todo el mundo en la empresa nos ha brindado su ayuda tanto en lo profesional como en lo personal. Gracias a ellos y a ellas he podido aprender muchísimo.
Es verdad que las primeras semanas fueron un poco de adaptación a todo, al idioma, la forma de trabajar allí, pero como ya he dicho antes nos daban todas las facilidades del mundo y poco a poco fuimos teniendo muchas más responsabilidades.
En cuanto al pueblo, Conversano, solo tengo palabras bonitas para todo. Es un pueblo con muchísimo encanto, sus calles, sus iglesias y sobre todo su gente. Allí he conocido personas que verdaderamente me llevo para toda mi vida. Esta era una de las cosas que más miedo me daba, no adaptarme bien en la ciudad y encontrarme sola, pero para nada ha sido así. Esto también ha sido gracias a mis compañeras de Erasmus sobre todo a María, con la que pasaba 24 horas juntas, sin duda sin ella hubiese sido todo completamente distinto.
Además, hemos tenido la suerte de poder visitar muchísimos sitios, ya que Conversano está situado a 5 minutos de la playa, playas preciosas y con muchísimo encanto. Conversano tiene la facilidad de los buses que con ellos puedes llegar en media hora a todos los pueblos de alrededor y en una hora estar en Bari que también es una ciudad preciosa y con muchas cosas que visitar.
No hubo un día en el que no hiciera nada o me quedara en casa todo el día, allí siempre había planes. Es un pueblo súper animado sobre todo cuando llega el buen tiempo, conciertos gratuitos para todos, jornadas de deporte para los más pequeños y los más mayores, jornadas de arte, de música y millones de cosas más. En resumen, no nos aburríamos nunca.
El viaje más grande que hicimos fue a Roma, yo lo hice con María y fue increíblemente espectacular. También esto fue gracias a que la
empresa en la que estábamos nos dejó recuperar las horas de los días que íbamos a estar de viaje, como ya he dicho antes es gente súper buena y súper flexible con nosotras.
Sin duda esta ha sido la experiencia de mi vida, recuerdo los días de antes de ir allí, las despedidas con mis familiares, mis amigos, las 20 revisiones a la maleta… tenía unas ganas increíbles, pero también la incertidumbre de que me encontraría allí.
Una vez llegó el día de volvernos a España no podía parar de llorar y le decir “no me quiero ir de aquí”, creo que esa es la frase que mejor define mi experiencia. ¡Estoy segura de que volveré!.
Estoy eternamente agradecida a Elisa y a Jesús porque sin ellos nada de esto hubiese sido posible, se han preocupado en todo momento de nosotras, de que estuviésemos bien y sobre todo de que disfrutásemos y de que aprendiésemos millones de cosas.
Creo que es inútil decir que os recomiendo esta experiencia después de todo
lo que he dicho, pero de verdad es una cosa que si tenéis la oportunidad de vivirlo dejad atrás el miedo, la incertidumbre y lanzaros a vivirla porque es increíble. Allí no aprendes simplemente lo que es el trabajo, sino que aprendes a valerte por ti mismo y sobre todo valoras muchísimo más las cosas que día a día no nos damos cuenta.
Para despedirme simplemente volver a dar las gracias por darme esta oportunidad y por dejarme vivir esta loca y apasionante aventura.
¡Sé que tengo otra familia en Conversano!.